viernes, 28 de marzo de 2008

Cuarta Sesión (27/03/2008)

Tras un breve resumen de lo visto en días anteriores, comenzamos esta sesión comentando las cinco habilidades de comunicación no verbal, recordemos: mirada, gestos, movimiento, posición y orientación y a partir de algunos ejemplos, comentarios y recomendaciones destacamos la importancia de saber usar adecuadamente nuestro cuerpo para comunicar bien aquello que queremos compartir.
Un receso de algo más de 30 minutos para el café y de vuelta: "yo no dije que tú me robaste mi sombrero rojo", ¿cuátas veces leímos la dichosa frasecita?, a pesar de ello, algunos fueron incapaces de memorizarla, aunque el objetivo de esta actividad no era ejercitar la memoria sino destacar la importancia de los aspectos vocales a la hora de pronunciar un mensaje: diferentes formas de recalcar una palabra ofrecen diferentes significados a una misma frase.
Esto nos dio pie para hablar de las cuatro habilidades vocales para la comunicación: volumen, entonación, fluidez y velocidad.
Y para entrenar mejor esto de la comunicación vocal, otra actividad: cómo hablar dos horas sin decir nada. Nuestro primer voluntario, Miguel, sudó y sudó hasta que consiguió sacar un sentido aplauso de su público tras múltiples intentos en los que fue mejorando cada vez más. Tras él, Mercedes, con gracia, salero y soltura y con algunos menos intentos que Miguel, también tuvo su momento de gloria para terminar esta sesión de intervenciones con Jesús, que con ahínco, pasión y alegría, dejó en todos un buen sabor de boca (¡¡¡y eso que no dijo nada!!!).
Como esta actividad nos supo a poco, nos adentramos en otra algo más complicada y apasionante: con ojos nuevos. Una actividad que demandaba de cada participante mirar con ojos nuevos situaciones cotidianas para explicar con pasión y emoción a sus compañeros la experiencia. Nuestro clown particular Octavio, el Gran Octavio se quedó espantado con la propuesta que le tocó representar: explicar la entrada al colegio de un modo poético. Las palabras costaron llegar a su boca y los recuerdos de su más tierna infancia quedaron ocultos por un tupido velo que impedía expresar tanta poesía en eso de ir al cole, aunque con voluntad y tesón, finalmente articuló palabras, unas pocas que nos permitieron a todos disfrutar de bellos ¿bellos? recuerdos del pasado. Tras él, Pilar, con soltura, garbo y alegría nos hizo celebrar la derrota del Jaén ante el Linares de una manera cómica, haciéndonos sufrir (riéndonos) junto a sus hijos.
Tensión, nervios, nadie quiere salir y Miguel y Jesús confabulados intentan recordar el número de alguien y con desacierto nombran al número 12, y el afortunado es José Miguel, quien en un alarde de autocontrol nos hacen entrar en un estado claustrofóbico contándonos sus experiencias y emociones en la parada del autobús.
Un pequeño descanso de 10 minutitos y de regreso y ante la falta de voluntarios para continuar con la actividad, negociamos, Paqui solicita la intervención de Marta, Marta se niega, Paqui insiste, Marta... también insiste, y como no parece haber arreglo a esta situación proponemos que Paqui salga primero y luego Marta, con la ventaja de que pueda elegir el tema que más le guste, aceptación y compromiso.
Paqui arremete contra los chinos creando polémica en este asunto de la lengua extranjera (¡¡¡pobres chinos!!!) y da paso a una MArta excepcional, que sin ni tan siquiera tomarse unos segundos para pensar nos introduce en una sensacional y creativa historia sobre sus vacaciones que más parecía una película de miedo que una improvisación. Con tan estelar intervención concluimos la sesión y quedamos para el próximo martes.
Despedida y cierre.

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